Respuesta a una muchacha

Una amiga mía, de jóvenes años e inquieto espíritu, me escribe interesada por saber mi visión acerca de Dios y de la vida. Confieso mi perplejidad. No es frecuente que a uno le hagan preguntas de esta índole, especialmente si vienen de muchachas cuyas edades están más cerca de las discotecas que de temas trascendentales de la espiritualidad y existencia del hombre. Confieso, también, mi alegría al respecto: es fenomenal que, de vez en cuando, nos tropecemos con personas así. Sin embargo, casi repentinamente, un nudo en la garganta se me formó. ¿Qué decir de Dios y de la vida? ¡Menuda responsabilidad Y he aquí lo que en un principio, se me ocurrió decirla.
"Preguntas por la visión que tengo de Dios ¿Qué te puedo decir? Dios es música hecha armonía; es la esperanza soterrada que se patentiza a través de los pequeños sucesos de la vida cotidiana; es la luz que guía nuestros vacilantes pasos; es la ilusión que algún día se hará realidad; es la sonrisa de un niño triste; la nostalgia de una anciana abandonada; es la inspiración hecha camino... Dios es tan inmenso y tantas cosas que no cabe en este mundo tan variopinto, ni en nuestros corazones tan pequeños. ¿Y la vida? Es el sendero, lleno de flores y cardos, que nos conduce a la plena redención humana. Hasta aquí, palabra más o menos, la cita. Pienso ahora que a Dios hay que sentirlo y vivirlo dentro de nosotros en toda su intensidad que el hombre pueda, a pesar de su constante incapacidad. Y la vida, ¡ay!, hay que recorrerla soñando con las estrellas sin dejar de pisar la tierra.
1 Comments:
Pues te envidio si la palabra Dios te puede inspirar semajante declaración, yo creo que Dios es tan inmenso a medida del que lo imagine o lo sienta ahí radica su verdadera inmensidad
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